Cuatro técnicas para convivir con la ansiedad

En dos oportunidades mi mamá pasó por una fuerte crisis de ansiedad que le desencadenó incluso ataques de pánico, producto de la muerte de mi padre y de mi abuela. Estos dos eventos despertaron en ella actitudes y circunstancias que ni ella misma podía controlar, hasta que descubrimos cuatro técnicas infalibles para lidiar con ello.

Tras un fuerte tratamiento a base de ansiolíticos, antidepresivos y demás fármacos que solo la adormecían y deprimían aún más, sin querer encontré una solución ante tal problema que no solo la afectaba a ella, sino a mi hermano y a quienes comenzamos a ver una personalidad que no era la habitual. En ocasiones llegué a pensar que un ente o ser paranormal se apoderaba de ella y la consumía poco a poco. (Me disculpan, pero de que vuelan, vuelan).

Hay casos de casos, el de mi mamá quizás no fue tan grave. Influyó que ella puso de su parte, pero en situaciones más complicados, siempre lo mejor será asistir al médico.

Acompañarla, entenderla, practicar ejercicios de respiración y estiramiento. Esto fue lo que realmente la ayudó. Aquí quiero desarrollarte las cuatro técnicas para que sepas cómo aplicarlas si te encuentras en una situación similar:

Acompañarla

Más allá de estar siempre con ella consistía en escucharla, tener la paciencia de ponerme en su lugar, en la angustia que la rodeaba. Con esto no quiero decir que hay que acosar o atosigar, también hay que darles tiempo a solas para que su mente descanse, pero sobre todo hay que mostrar que quien hace el acompañamiento es una persona de su confianza y que es capaz de ayudarla en su proceso. Nada de reprochar o maltratar verbalmente. Esto los hiere aún más y empeora el cuadro.

Entenderla

Observar cómo se inician estas crisis y calmarla a través de la oración, de palabras llenas de amor y de fe en que esto son solo episodios. Los abrazos son reparadores.

Practicar ejercicios de respiración

Toma algunos minutos del día para realizar respiraciones, desde las más cortas hasta las más extensas, en períodos de tres repeticiones para así relajar su mente y su cuerpo. Ocupar su mente en la relajación durante unos 15 minutos al día serán de gran ayuda. Notarás la diferencia y esto les permitirá dormir mejor en las noches.

Ejercicios de estiramiento o masajes

Esto también es muy útil. Una vez más el transmitirles seguridad y paciencia es vital para que juntos puedan realizarlos y tener resultados favorecedores. Durante 15 minutos y con ejercicios básicos de estiramientos clásicos como extensión de brazos, movimientos suaves de cabeza de un lado a otro o flexiones de lado a lado serán de gran ayuda. Todo dependerá de la flexibilidad de la persona y de lo que esté dispuesto a realizar.

Por: Gabriela Trujillo Prado

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