Ícono del sitio Casi 30 por Melissa Segnini | Ilustradora

¿Quieres complacer y te da miedo decepcionar? Podrías tener este síndrome

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¿Cómo saber si padezco el síndrome de la niña buena?

Hace ya unos años de mi llegada a México. Fue entonces cuando escuché en repetidas ocasiones a mis alumnos decir: “Es una niña bien” o “Es una niña buena para una relación”.

La verdad en ese momento no sabía a qué se referían con esas frases, yo solo me cuestionaba: ¿Qué es “bueno” o qué es “malo”? Además, ¿Cómo saberlo ¿Qué lo garantiza?

No está bien responsabilizar solo a una persona de lo que suceda en la relación. Es patético que empleen estas frases para etiquetar o garantizar, de manera falsa, que una relación será buena dependiendo de una serie de condiciones que el otro debe cumplir.

El síndrome de la niña buena no es exclusivo de las mujeres, pero en su mayoría son las que lo padecen y casi siempre está acompañado de sentimientos y emociones como la ansiedad y la culpa.

Indicadores

Si tú eres de esas chicas que se preocupan más por satisfacer los deseos y necesidades de los demás antes que los tuyos propios, puede que estés sumergida en el síndrome sin saberlo.

No es simple hacer un diagnóstico sin una consulta previa con un especialista, pero te dejo algunos criterios del padecimiento y haz cuenta por ti misma:

Además de estos criterios, los acompañas de pensamientos o creencias irracionales muy comunes como estos:

Suma cuántos criterios y pensamientos tienes de los anteriores, y si el resultado pasa de seis, puede ser que estés en el problema de ser “una niña buena “, pero si así lo quieres, se puede salir de él.

Soluciones

El síndrome de la niña buena tiene solución, y lo primero es aceptarlo y querer salir de él.

Debes ubicarte en tu infancia y reconocer si viviste en un ambiente de mucha exigencia, incluso en donde si cometías un error, eras cruelmente juzgada.

Lo segundo es si te solían decir frases como: “No tienes carácter para eso”, ” nadie te va a querer”, “eso no lo hace una señorita“, “yo no te he educado así “, “tienes que saber labores del hogar”, “debes ser una señorita decente”.

Tercero, si te identificaste demasiado, ya estás lista para empezar una terapia que te ayude a salir.

Por: Pcs. Rafael Pérez Segnini

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