Hay que aprender a amar como los gatos

No hay seres más independientes que los gatos, por eso, es inteligente aprender a amar como ellos.

Hay quienes los tildan de fríos, calculadores y que no saben dar amor, pues se cree que en ellos solo hay interés por su comida y cuidados.

Sin embargo, quien tiene un gato en casa sabe que todo dependerá del hogar en el que crezca y el cariño que se le entregue a diario, pues como todas las mascotas, ellos solo responden a estímulos de lo que observan y de lo que sienten a su alrededor.

Ahora, más allá de eso, quien realmente ama a un gato se puede percatar de varios aspectos que bien podríamos adoptar los humanos.

Ellos son unos maestros del amor y saben perfectamente a quién darlo y a quién no. También, son capaces de vivir desapegados.

Toma nota de las siguientes lecciones que estos animalitos tienen para dar:

Ser vulnerable no quiere decir que permitirás que te hagan daño

Los gatos corren altos riesgos si se encuentran en la calle, porque las personas suelen espantarlos o golpearlos. Pese a ello, son fuertes, siguen su camino sin rumbo fijo, pero seguros de que siempre existirá alguien que los cuide y mime.

Como ellos, debemos ser nobles de sentimientos y, ante las adversidades, no dejarnos caer. Hay que avanzar para obtener buenos resultados, no llorar por alguien que no nos trata como se debe y huir si nos vemos involucrados en una relación tóxica.

Sé agradecido

Una vez que encuentran a alguien que los ame, cuide y consienta, los gatos suelen ser fieles, acompañar siempre a esa persona y regresan el afecto que reciben con su compañía, que a veces reconforta en los días más duros.

Entonces, cuando crees un vínculo, responde a través de gestos o acciones y retribuye todo lo que recibas con tu compañía, apoyo y amor. Que la traición no tenga cabida.

Da amor a su justa medida

Como no todo puede ser tan mágico, los gatos saben dar importantes lecciones de desapego. Ellos solo brindan su amor con mayor intensidad en los momentos en los que consideran que más lo necesitas, es decir, no te abruman, pero sí saben cómo reconfortar.

Aprende a amar con medida y a vivir sin la necesidad de que alguien te sobreproteja o a tener pareja solo por tener. No hay algo más enfadoso que tener la compañía de alguien que no sabe lo que quiere y no se detiene a descubrir tu personalidad.

Sé feliz con lo más sencillo y simple de la vida

Este es uno de los aprendizajes que más me encantan, pues hay quienes se desviven por llenar de regalos o atenciones a la pareja, y eso está bien, pero a fin de cuentas, el mejor obsequio es la compañía.

Nada se compara con admirar un paisaje o simplemente divertirse con los juegos o situaciones que ambos puedan crear para reír y disfrutar de algo tan complicado como lo es la vida.

Así que si con este aprendizaje no tomaste dato sobre cómo deberíamos amar no solo a una pareja, sino también a un amigo o familiar, entonces busca un gato, convive con él y aprende a valorar su compañía y sentimientos. De verdad te sorprenderás…

Por: Gabriela Trujillo Prado

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