Espejo, espejito… La técnica psicológica del reflejo

¿Qué veo cuando me miro al espejo?

Quizá la pregunta no te la hayas hecho nunca o puede ser que sea tan frecuente como asiduo es mirarte a ese cristal que retrata, refleja o da la imagen de lo que alcanzas a visualizar.

El espejo es un artículo, objeto, mueble, que tiene muchos usos y funciones; la más popular en mujeres y hombres, podemos decir, es para arreglar su apariencia física o criticarla.

Sabemos que el espejo ha sido inspirador desde hace mucho tiempo para dar connotación simbólica y aleccionadora en varios aspectos y manifestaciones culturales.

Cómo olvidar el espejo en el cuento de Blancanieves, donde tenía la facultad de hablar para responder a las preguntas que hacia la madrasta; o el célebre “Espejo de Galadriel” con la tradición de mostrar el futuro, y más recientemente en la novela Harry Potter y la Piedra Filosofal, el famoso “Espejo de Oesed” (Deseo leído a la inversa) con la cualidad de no reflejar la imagen de quien lo contempla, sino sus más profundos anhelos.

Te aseguro que estos espejos los habrás querido tener en varias ocasiones o situaciones de tu vida.

Pero sin irnos más lejos de lo que nos ocupa hoy, estoy seguro que alguna vez te han dicho o has escuchado la tan común expresión “Mírate en ese espejo”, refiriéndose a que hagas conciencia por medio de experiencias ajenas.

En psicología

Algunos psicólogos aplicamos la técnica de mirarse en el propio espejo invitando a que te eches un clavado en ti mismo para que te enfrentes y tomes conciencia de tus propios actos, pudiendo reflexionar antes de juzgar o etiquetar a otros.

El ejercicio te ayudará a aprender o modificar comportamientos que puedan estar afectando tus relaciones en cualquier ámbito e incluso en tu autoestima.

Mirarse al espejo, en sentido figurado, te servirá para analizar y tener conocimiento acerca de emociones por las que estás pasando en tiempo presente.

Lo que te molesta o no toleras de otra persona está dentro de ti, y todo eso que te critican, te juzgan y quieren cambiarte, si te mueve o hiere, seguro es algo que tienes reprimido y debes trabajarlo por tu propia cuenta o con ayuda de un profesional.

Ahora bien, si todo lo que te quieren cambiar o te critican no te afecta, le pertenece al otro y no debe preocuparte. Es importante saber que lo que tú amas, disfrutas y adoras de los otros también está en ti, en tu ser, en tu esencia, porque generalmente reconocemos nuestras cualidades en los demás.

Así que, de ahora en adelante, antes de criticar, juzgar o querer cambiar a otros, mírate en tu propio espejo y reflexiona acerca de tu comportamiento, pensamientos y estados de ánimo.

…¿espejo, espejito?

Por: Psc. Rafael Pérez Segnini

Visita mi Instagram @rafaentrevarias para más temas de Psicología.

Los comentarios están cerrados.

  • Posts por Categorías

  • Otras Publicaciones

  • Entradas recientes

  • Comentarios recientes

  • Archivos

  • Categorías

  • Meta