Al llegar diciembre evocamos la nostalgia de los buenos momentos en la familia, trabajos, amistades o parejas, se remueven nuestras emociones y comenzamos a reformularnos aspectos de la vida que queremos modificar.
En diciembre esto sucede de forma natural, es muy común y resulta mágico, inspirador. Incluso en el ambiente se siente una especie de motivación por querer ser mejores personas.
Pero, ¿por qué esperamos a que llegue este mes para tratar de reformular la vida, si lo bonito es ir en esa sintonía de renovarse todos los días y ser conscientes de que podemos mejorar en nuestras vidas?
Con ello no quiero decir que esté mal dejar para diciembre estos planteamientos, sin embargo, es bueno tener presente todos los días lo que queremos o no para nuestra historia, lo que es conveniente, útil, y si esto puede mejorar nuestra relación con el mundo, mucho mejor.
Los pies en la Tierra
No esperemos que en un mes podamos cambiarlo todo, no es real. Por el contrario, hagamos de esto un hábito de manera que constantemente podamos resetearnos para soltar, fluir y recibir lo que deseamos. Además de sanador, será inspirador para otros y, sobre todo, para el alma.
Cuando mantenemos el cambio en constante movimiento, atraemos lo que necesitamos o consideramos que nos hace falta.
Es como un despertar de conciencia permanente que te ayudará a ser más auténtico y con lo que conseguirás ser hasta más atractivo porque proyectas buena energía, seguridad.
Un encuentro contigo mismo, no solo en diciembre
Y es que por si no te has dado cuenta, hay quienes consiguen todo a través de su seguridad, esa que les permite mirar más claras las cosas y con la que definen un mejor futuro.
Para ello no se necesitan fórmulas mágicas, complicadas ni mucho menos esperar a que llegue diciembre y que el aire festivo nos haga más sensibles; solo hay que mirar adentro, estar con uno mismo y hacer de este encuentro el lugar más idóneo para hallar las respuestas que se necesitas para avanzar en la vida.
Ahora, si quieres esperar incluso hasta la Navidad para plantearte todo lo nuevo, adelante, tú mejor que nadie conoces la conexión y el momento oportuno para hacerlo.
Así, encontrarás lo necesario para estar en la misma vibración con la que elevarás tus deseos y podrás traerlos a la realidad.
¡Solo hazlo!
Por: Gabriela Trujillo Prado
Visita mi Twitter